¿Podemos hoy hablar de felicidad organizacional en Chile?
Primero, no debemos confundir Felicidad Organizacional con felicidad personal. Éste es un error frecuente en el medio y es por donde atacan esta capacidad organizacional las personas que no conocen del tema, aludiendo que las empresas ofrecen “felicidad” para engañarlos. La felicidad individual depende de cada uno, de su estado de bienestar subjetivo y es una decisión personal. Hay muchos ejemplos de personas con mucho dinero o muy bien tratadas que no son felices y muchas personas con poco dinero y que son muy felices.
La felicidad organizacional, en cambio, es una “capacidad” que se construye en la organización como muchas otras. Es un conjunto de prácticas y procesos donde la empresa da a las personas un espacio seguro, desplegando una plataforma de bienestar para que cada uno desarrolle su mejor gestión y desarrolle sus fortalezas en beneficio propio, del colectivo y de la organización.
Felicidad organizacional en el momento actual de Chile
Entonces, ¿Podremos hoy hablar de Felicidad Organizacional luego del momento histórico que estamos viviendo en Chile?
Por supuesto y es cuando más toma relevancia. El bienestar de las personas es algo que llevamos años conversando y levantando, pero no se le había dado la real importancia hasta que todo explotó. Una alumna de un curso me dijo, “me acordé de ti con todo eso, lo dijiste antes que todo sucediera”.
Para ser claros, es importante establecer que la felicidad organizacional, ya sea en Chile como en cualquier parte del mundo, está al servicio de la estrategia organizacional y no la estrategia organizacional al servicio de la felicidad organizacional.
Hay que cumplir los objetivos estratégicos y cada plan debe ir alineado con los objetivos de la empresa. Pero hoy algo cambió, las empresas deben empezar a integrar la “equidad”.
Sueldo mínimo de 500 mil o el 10X son ejemplos claros que hoy ya no es suficiente el crecimiento solamente de las empresas y sus ejecutivos, si no que ese crecimiento debe ser con equidad. Existen muchas maneras de implementar más equidad. Pero lo que importa entender es que ya no tiene vuelta atrás. Sí o sí se debe tener en cuenta, porque las demandas sociales de la calle ya están dentro de la empresa. Todos podemos ganar dinero. El problema es cuando la rentabilidad no considera el bienestar de todos y ahí debemos trabajar firmes desde hoy (y ya estamos atrasados).
Consideramos que el bienestar y la felicidad deberían estar más presentes que nunca y hoy están las mejores condiciones de juntarse, conversar y definir todos cómo se avanza en la organización. Hay líderes que así lo han entendido y los que no, seguirán recibiendo “marchas emocionales” al interior de su empresa.
La actual situación económica en Chile, con un crecimiento estimado para este año entre 1,8% y 2,2%, necesita lo mejor de todos y estamos ciertos que desde la felicidad organizacional lograremos salir juntos y avanzar con fuerza, pero con equidad. De hecho, un personal motivado y con la “camiseta puesta”, es el primero en empujar la recuperación de “su” empresa.
Algunos datos para tener en cuenta
Un personal feliz se enferma un 24% menos, es más comprometido, creativo, productivo y mejor trabajando en equipo.
Personal feliz es un 12% más productivo. Personal que se encuentran infeliz es hasta un 10% menos productivo de lo normal.
La felicidad en el trabajo es responsable de un aumento de cerca del 31% en productividad (Greenberg & Arawaka).
Un buen clima laboral reduce los días laborales perdidos en 66% (Forbes).
Un alto nivel de involucramiento representa una disminución del 51% en rotación de personal (Gallup).
Y no confundir, no es tema de sólo de dinero, existe también el salario emocional que aporta mucho valor en implementar bienestar, lo importante es la ACTITUD de los líderes para construir bienestar como piso para todos.
Reflexiones finales
Por último, números más, números menos, estamos frente a un nuevo pacto social también empresarial y, siendo empáticos, nos costaría creer que si vemos a nuestros empresarios más preocupados por los colaboradores y de verdad invirtiendo en el bienestar de su gente, vayan a fracasar. Creemos en las personas, en su gratitud y en la valoración de los esfuerzos de todos. Sabemos que los colaboradores van a responder y hoy es el gran momento de comprobarlo.
Y si nos cuidamos entre todos, poniendo el bienestar delante de la estrategia, ¡Chile podría ser uno de los países más felices para trabajar!